Generación 2002

La generación del año 2002 es llamada o conocida como la generación de los Finiseculares, los Mc Jóvenes. Según el diccionario de la Real Academia Española, finisecular es relativo o perteneciente al fin de un siglo determinado, gracias a esto podemos determinar que los autores correspondientes a la generación del 2002, son personas que determinan con sus obras un fin de un siglo específico, y que reflejan de cierta forma la posterioridad de una sociedad que vive después del golpe Militar.

De acuerdo con el modelo de Cedomil Goic corresponden a este generación los escritores chilenos nacidos entre los años 1965 y 1979, con una gestación entre los años 1995 y 2000, su vigencia es hasta 2010 o posterior.

Los autores de esta generación tienen una producción literaria que fue publicada principalmente a través de talleres literarios y concursos bajo la formula del cuento y relatos breves. Esta es una generación que se encuentra en un período de transición democrática y que se consideran hijos de la globalización comunicativa.

PROYECTO ESTÉTICO

La producción y publicación de las obras es de entretenimiento, de un consumo fácil y rápido, que se centra en los reflejos de una sociedad urbana y las conductas de los jóvenes ante la búsqueda de su identidad, ante los sistemas políticos y sociales. La obras literarias experimentan un banalización en sus temáticas, se han vuelto hibrídas y globalizadas oponiéndose a la concepción purista y canónicos de la literatura. Incorpora en sus cuentos el lenguaje coloquial y el juvenil, para dar una mayor realidad y profundidad.

MATRIZ CULTURAL DE LA ÉPOCA

Las obras literarias son en esta generación un reflejo en los ámbitos lingüísticos, argumentativos, ideológicos, etc. de los climas y ambientes de la época cursante. Se desarrolla en la sociedad una incredulidad política y religiosa que se ve aumentada poco a poco en las personas chilenas, a su vez la falta de credulidad va volcando al individuo en un ser humano individualista y consumista que se vuelve autoreferencial. Lentamente se va desvaneciendo el espíritu crítico y comienza a operar el juego de máscaras sociales y posiciones, el hedonismo explota y la moralidad se va perdiendo lentamente.